EUSEBIO CHATO GRADOS

Eusebio Chato Grados

Lo escuchábamos a través de Radio Inca 540 AM, Emisora Radial en Lima – Perú, de 9:00 a 10:00 AM, a través de “Chatoneando” programa que semana a semana por espacio de una hora transmitía sus canciones y donde dialogaba con el público a través de la línea telefónica, cuando no se encontraba de gira por algún pueblo del Perú o en el Extranjero, ahora lo hace a travès de Radio San Isidro en los 1420 AM de 7:00 a 8:00 AM. Esta es una remembranza de la Entrevista que le hiciéramos hace un par de años.

Con ustedes: Eusebio Grados Robles ò Eusebio “Chato”Grados

Eusebio Grados Robles, hijo de Don Mateo Grados Tiza y Marina Robles Cabello, es el segundo de siete hermanos, nació en el Centro Minero Atacocha en Cerro de Pasco, un 2 de Diciembre del año 1953, 32 de los cuales han sido dedicados íntegramente a la Música Vernacular, en sus facetas de Cantante de Música del Centro del Perú, 20, como Director de su propia Academia de Canto Popular “Eusebio Grados Robles” , Promotor de Espectáculos, Director de su propia Productora Musical, EGR Producciones y 13 años como Padre Artístico de las Famosas “Chicas Mañaneras”. ... “Inicié mis primeros estudios en la Escuela Fiscalizada “Edgardo Portal” N° 28631 en Cerro de Pasco, pero mi inquietud por la música andina me llevó a intercalar mis estudios con la música...” En ese tiempo se escuchaban ya las canciones de un “Chuto Huanca”, un espléndido “Zorzal Negro”, y los recordados “Hermanos Zevallos”, cantantes de música vernacular allá por los años 60. La pobreza no le fue esquiva y la sufrió al lado de sus padres, pero nunca se rindió, el también trabajó entre las paredes terrosas de la Mina, mientras seguía escuchando a los nuevos intérpretes allá en el 65. La vida lo incentivaba más su amor por la música peruana, y un Picaflor de los Andes, reafirmaba aún más en este hombre que se hizo de lucha y trabajo, su vocación. Eusebio, el “Chato” Grados, en alusión a su estatura, más no su calidad musical pues se agiganta cada vez que sube al escenario, siempre retaba a la vida. Nos cuenta que por vez primera conoció a Carmen Pizarro Ccorehuayta, hija, a decir de Eusebio, del 1er Folklorista del Perú, Don Luis Pizarro Cerrón, a inicios de los años 65, 66 y fue ella quien lo llamó para una primera Caravana que desarrollaban en su Departamento, gratos recuerdos que aún lo hacen esbozar una sonrisa nostálgica evocando esos tiempos idos. Apenas adolescente empieza sus primeras presentaciones, primero en los alrededores de su pueblo, luego en la capital, pero que sin embargo tuvo que interrumpir en un momento por la enfermedad de su Madre. Cuando el había venido por primera vez a Lima, a esta Lima de Historias, de sueños y a veces también de frustraciones para nuestros hermanos provincianos, tenía que decidir otra vez, quedarse, alejarse o postergar sus metas. Pero siguió silbando, cantando, riendo... y fue al encuentro de su madre, que lo necesitaba, su deseo seguía latente, sólo había que esperar un poco más. Cuando conoció Radio el Sol, donde se promovía la música folklórica que estaba en todo su esplendor, fue muy feliz “... estamos remontándonos al año 68, 69, 70 ... “ nos indica, y es en el 71 cuando su mamita, enferma, y le pide que regrese a su tierra, y él regresa. Su mamá se recupera y el corazón del Chato, que latía al son de las notas musicales, el ímpetu de progreso, de gloria, empezaron a correr más de prisa... porque era momento de volver, a Lima. Es allí, cuando, Ángel Damazo y Fernando Damazo llegan a su Pueblo a brindarle una nueva oportunidad en ese arduo batallar. 10 días entre pueblos y escenarios, con sus primeros soles en el bolsillo, que para el chato era mucho dinero en ese entonces le siguieron a la invitación de volver a la Lima, ciudad de oportunidades y de retos. EL Chato, lo pensó, y aceptó. Y fue recibido por estos hombres que creyeron en su talento y apostaron por él dándole su total respaldo. Colegas, amigos de la Familia Dámazo, hoy, todavía mantienen esa bella amistad. Luego llega el 1er. Concurso de Nuevos Valores organizado por el SITAFP, en el Coliseo Cerrado, allá por el año 1976, donde la victoria lo abraza por primera vez, al obtener el Primer lugar, entre muchos participantes, más de 300, era apenas un primer paso, seguirían, muchos más. .. Era el tiempo, esa época de oro, que añora, donde pudo compartir escenario con Flor Pucarina, Pastorita Huaracina, y el Picaflor de los Andes, cuando todavía, recalca, se podía expresar los temas con una merecida atención. “Esos años...” nos dice el “Chato” Grados. Y regresa a esta realidad que aún espera nuevas promesas del folklore. Hacemos un alto, llegaron las chicas, sí, las mañaneras, Las Chicas Mañaneras, aquella agrupación que forjara y que le diera y sigue dando tantas satisfacciones. Es miércoles, hay ensayo, y el recibimiento a una nueva integrante, Elizabeth Ruiz quien al lado de sus compañeras, van preparándose para una nueva producción, se queda Lucho, Grados también, hermano de Eusebio y Director de la Agrupación Orquestal “Súper Mañaneros del Perú”. La sangre es musical. Nos vamos a la oficina principal, y entre fotos de blanco y negro podemos observar a innumerables artistas, y a toda la generación de las Chicas Mañaneras, allí, aparecen sus alumnas, Mabel Rojas, Sonia Morales, Angélica Gómez, Yovanna Vargas, Mary Triny, y las noveles Rosita Galván, de su fundadora Ana María Grados, que permanece en la Dirección, con total firmeza. Reconocimientos por doquier, discos tras discos, cassettes, y ahora los cd´s cubren las repisas de su oficina . Un Circe. Y los 33 años próximos a celebrar , le reafirman que su vocación no lo ha decepcionado. Sigue trabajando en pos de difundir nuestra música, cantando, enseñando, promoviendo, comentando. Como un bello episodio nos cuenta además que junto a Amanda Portales, nuestra “Novia del Perú”, hacía los coros para la Agrupación “Fiesta Andina”, éramos muy jóvenes, me quedan gratos recuerdos, gratos amigos y colegas de esas épocas...