PERU, CUNA DE DANZAS AUTOCTONAS Y COLORIDAS... Perú dentro de su pluriculturalidad ha reunido desde sus épocas más remotas a diversas danzas que expresan sus cotidianas vivencias. Sólo en el departamento de Puno, considerada como Capital Folclórica del Perú y América se han registrado formalmente más de 300 danzas autóctonas que además dan cuenta de un rico vestuario y música propia. La mayorìa de las danzas son grupales pues son participativas.
Los pasos que se observan son diversos y sencillos a la vez ya que representan diversos detalles de su vida diaria y de su realidad. La entrega en los danzantes dan cuenta de que la danza es parte fundamental de su existencia. La identidad con su suelo es algo muy arraigado. La energía que desbordan es contagiante y es allí donde se puede verificar la fortaleza física y moral de los pueblos que aman sus raíces.
El que danza se entrega, se representa a sí mismo, individualmente y más aún como grupo pues reunidos son una unidad que trasciende.
El verdadero grupo de danza es eso, un grupo, compacto, capaz de fundirse en uno sólo.
No hay quien figure entre todos, porque la noción de danza como grupo es reunión, fusión, la capacidad de una armonía en los pasos del conjunto.
Si eres orgulloso no puedes ser parte de un grupo, pues sólo podrías utilizar a los demàs integrantes como un marco, y en la danza cada uno es pieza importante del cuadro pues como conjunto expresan una realidad compartida.
El grupo de Danza para que sea tal tiene que experimentar la simetría, confianza, unión, amistad, respeto, fortaleza, disciplina e identidad de y con la danza y con y por los integrantes.
La discriminación a algún ejecutante y a la danza no debe aparecer por ningún motivo, pues en cada uno de ellos se muestra la realidad de los mismos mediante la ejecución que se da de acuerdo a un contexto original.
En las Danzas típicas sobre todo hay un grito de reconocimiento de las raíces y la defensa de sus antepasados que a través de ella se niegan a fenecer ante los demás. Ténganlo por seguro, en los danzantes por sobre todas las cosas más que una representación hay una interpretación de su vivencia con naturalidad.
Una danza muestra el color y el calor de su gente como forma viva de expresar su necesidad de movimiento y que se puede traducir como búsqueda del equilibrio en su existir. Porque el que no se mueve se quiebra.
Luego de ser interpretada la danza se queda allí, en su propia tierra para crecer como árbol maduro y frondoso que será agradable lugar de descanso a pesar del esfuerzo realizado. La Danza viaja luego en cada paso dado por sus integrantes donde quiera que esté.
Por que danzar no es un juego. Danzar es vivir a través de los movimientos que se representan e interpretan. Es vivir de acuerdo con la propia naturaleza.
Por eso cuando veas ejecutar una danza por algún grupo de estudio o más aún por los mismos pobladores del Pueblo de origen donde nace una danza, no sólo mires, sino observa para que puedas sentir y vivir cómo si estuvieses representado (a) en uno de ellos.
Entonces sólo entonces podrás decir he visto una danza, porque lo has disfrutado. Lo aseguro, sólo así será una experiencia maravillosa y conocerás más de ti mismo y a partir de alli también de los demás dentro de un privilegiado espacio y tiempo.
Arco iris del Perú.
Los pasos que se observan son diversos y sencillos a la vez ya que representan diversos detalles de su vida diaria y de su realidad. La entrega en los danzantes dan cuenta de que la danza es parte fundamental de su existencia. La identidad con su suelo es algo muy arraigado. La energía que desbordan es contagiante y es allí donde se puede verificar la fortaleza física y moral de los pueblos que aman sus raíces.
El que danza se entrega, se representa a sí mismo, individualmente y más aún como grupo pues reunidos son una unidad que trasciende.
El verdadero grupo de danza es eso, un grupo, compacto, capaz de fundirse en uno sólo.
No hay quien figure entre todos, porque la noción de danza como grupo es reunión, fusión, la capacidad de una armonía en los pasos del conjunto.
Si eres orgulloso no puedes ser parte de un grupo, pues sólo podrías utilizar a los demàs integrantes como un marco, y en la danza cada uno es pieza importante del cuadro pues como conjunto expresan una realidad compartida.
El grupo de Danza para que sea tal tiene que experimentar la simetría, confianza, unión, amistad, respeto, fortaleza, disciplina e identidad de y con la danza y con y por los integrantes.
La discriminación a algún ejecutante y a la danza no debe aparecer por ningún motivo, pues en cada uno de ellos se muestra la realidad de los mismos mediante la ejecución que se da de acuerdo a un contexto original.
En las Danzas típicas sobre todo hay un grito de reconocimiento de las raíces y la defensa de sus antepasados que a través de ella se niegan a fenecer ante los demás. Ténganlo por seguro, en los danzantes por sobre todas las cosas más que una representación hay una interpretación de su vivencia con naturalidad.
Una danza muestra el color y el calor de su gente como forma viva de expresar su necesidad de movimiento y que se puede traducir como búsqueda del equilibrio en su existir. Porque el que no se mueve se quiebra.
Luego de ser interpretada la danza se queda allí, en su propia tierra para crecer como árbol maduro y frondoso que será agradable lugar de descanso a pesar del esfuerzo realizado. La Danza viaja luego en cada paso dado por sus integrantes donde quiera que esté.
Por que danzar no es un juego. Danzar es vivir a través de los movimientos que se representan e interpretan. Es vivir de acuerdo con la propia naturaleza.
Por eso cuando veas ejecutar una danza por algún grupo de estudio o más aún por los mismos pobladores del Pueblo de origen donde nace una danza, no sólo mires, sino observa para que puedas sentir y vivir cómo si estuvieses representado (a) en uno de ellos.
Entonces sólo entonces podrás decir he visto una danza, porque lo has disfrutado. Lo aseguro, sólo así será una experiencia maravillosa y conocerás más de ti mismo y a partir de alli también de los demás dentro de un privilegiado espacio y tiempo.
Arco iris del Perú.
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